Fotógrafo: Giovanni Simeone
Código: PBC490246
En el corazón de la península de Baja California se despliega un paisaje apasionante y surrealista: el Desierto de Catavina. Este desierto, caracterizado por su belleza árida y salvaje, presenta un espectáculo único con sus extensiones de terreno rocoso y árido, intercaladas con extraordinarias formaciones rocosas. El intenso cielo azul contrasta con la tierra árida, creando un escenario de sorprendente cromaticidad.
La escasez de lluvias ha erosionado muy poco el paisaje aquí, y hay una falta de cubiertas de suelo arcilloso y orgánico que en otros lugares cubren las rocas más antiguas. Es por ello que el paisaje rosado del desierto granítico de Cataviña se ha mantenido prácticamente inalterado desde que los poderosos tiranosaurios lo atravesaban en busca de agua y carroña. El bajo crecimiento demográfico, la escasa distribución de los seres humanos en la zona con una urbanización mínima, la falta de deforestación y explotación de los pocos recursos naturales, la agricultura limitada y la protección del mar han permitido que sus impresionantes y delicados ecosistemas permanezcan intactos.